"Seducido por la voluntad del aire"

Discreto, el sin tierra, de vez en vez nos obsequia un detalle de sus visualizaciones narrativas...

SISELLA

Author: EL AERONAUTA /

Se arrojara al aire, dulce Paloma, en su vuelo primigenio. La acompañaran las corrientes de un cambio necesariamente propicio, para la gnosis de nuestras urgencias. Que seduzca tu batir de alas al arcaico viento, habitual, ciclotímico pero eficaz. Siempre rebelde en el planeo hacia la concreción, insurgente serán tus principales tareas cristianas, con una bella sonrisa para el plazo de alguna pequeña ligereza. Constantemente libre en mis manos de hálito, de sol de abril, de diez deseos. Volara dulce Paloma, en el verde firmamento de los ojos de quien te aloja, siempre remota la carencia se hará polvo del caminante. Reirá agraciada, por la virtud de reproducir las huellas nubosas de los que no pueden disimular su hallazgo. Jugara, Paloma, en los pasillos del cielo. Su distracción holgada y sistémica, hará caso omiso a cada uno de los pasos en su rayuela etérea. Siempre soplaran nuevos recados, en la espera de nuevas revelaciones que deparará nuestra iniciativa aérea. Siempre faltara lo innecesario y el incremento será la cuantidad de los enaltecidos espíritus acrobáticos; los que no conformes con los limites dérmicos, se alzan presurosos en busca de algunas preguntas. Disfrutaras, dulce Paloma, de las bondades de tu estirpe alada y la solemnidad de cada instante imaginado será tu principio... Repiquetea tu incipiente corazón inquieto, y se deposita lánguido en los textos de la propulsión del que suscribe. Para irrumpir, a continuación, en esta intemperie anidada y compartida.

(A mi aerodinámica hija)

DE PENA Y DE MUERTE

Author: EL AERONAUTA /

Los señores feudales arrojan el grito hacia el cielo, exigiendo a su Dios cumplir sus labores con idoneidad. Están signados a solicitarlo en esos términos, porque su legado le impide suplicar. Los patronos de las frivolidades se manifiestan y apuntan a las sienes de los que se mueren sin avisar. Afligidos, lamentan ser tan inclementes ante la gracia ajena. Los dueños de los bolsillos, aseguran que nuestro dinero ha extraviado su valor. Porque su moneda bravía esta respaldada por su cinismo en alza. Los empresarios de los ojos y los dientes acumulan rentabilidad por cualquier venganza que acontezca. Y reclaman tolerancia cero para los que respiran su oxigeno, sin tener la delicadeza de abonarlo. Los júbilos de la utilidad indican una merma en la procreación indigente, no quiera la naturaleza humillarse con un menester tan burdo. La burguesía intransigente reconoce lo desmedido, la redistribución de sus valores agregados, la penuria federal y su caridad unitaria. Los nobles habitantes de este suelo efímero, se alzan por sus sudores fríos y recuerdan los redobles de sus inconsciencias. La melancolía de aquellos días reorganizados, derechos y humanos. Los enajenados multisolitarios, protestan por la abolición de sus enmiendas; y confiesan ante un pedófilo apostólico romano. Que no posee sentido menospreciar lo inevitable, puesto que la muerte puede ser un legítimo recurso para evitar el hambre, la pobreza y la sobrepoblación.